Esencialmente, todos estamos capacitados para contar historias. A las personas nos gusta dar cuenta de la realidad (para comunicarnos con los otros, para entender y ser entendidos, para abrir el debate), pero más nos gusta que nos cuenten historias porque a través de ellas aprendemos a vivir.

Aunque todo el mundo esté capacitado para contar historias, no todos saben cómo narrarlas, de manera que sus ideas, anécdotas, y emociones sucumben ante la falta de claridad y suelen perderse en el universo infinito de la confusión, la escritura autocomplaciente, la retórica vanidosa o la técnica tramposa que pretende sorprender…

Me propongo aquí hacer un análisis técnico del cuento “Llamadas telefónicas” de Roberto Bolaño, incluido en el libro homónimo (Anagrama, Barcelona, 1997). Tiene por objetivo reconocer y usar la guía de lectura que Guillermo Samperio propone en su manual para nuevos cuentistas: Después apareció una nave (Páginas de Espuma, Madrid, 2005). El análisis permitirá desmenuzar […]

En la recta final de mi clase de Literatura y Medios en el Máster Universitario de Escritura Creativa en la Universidad de Sevilla, a partir del acercamiento a los dos más importantes y serios suplementos culturales publicados en España (ABC Cultural y Babelia) y, con la intención de hacer un reconocimiento general sobre su constitución, así como de realizar una lectura crítica, me di a la tarea de analizarlos e investigarlos para responder algunas preguntas por demás interesantes: ¿quién decide lo que se debería leer en España?, ¿cuáles son los criterios de selección?, ¿quiénes hacen las críticas literarias? ¿Cómo es la crítica que se hace en estos medios? ¿Cuál es el propósito de estos suplementos? ¿A quiénes va dirigido? ¿Cuántos libros reseñan semanalmente? ¿Cuál es la oferta editorial y cuál la oferta de autores?

Alberto Chimal Escribo esto de noche, mientras se abre la tumba de Horacio Quiroga y su cuerpo glorioso, de aspecto saludabilísimo, sale resplandeciente a conversar con los que lo rodean. Ellos no se ven tan bien –de hecho son zombis, animados pero claramente a medio pudrirse– porque son los autores que han seguido los pasos […]