¡Salseo! Les cuento la experiencia que tuve con una mujer que me llamó preguntando por un coach literario y asumiendo que yo no era uno, pero podía contactarle con uno. A partir de esta anécdota reflexiono sobre el ego y la vanidad del escritor y cómo afecta en su proceso de aprendizaje. Bueno, y también me desahogué con ustedes porque… hay que ver lo que tiene uno que aguantar.
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No conoce el clásico si tú me dices ven lo dejo todo…
¿Es una pregunta o una afirmación? No me queda claro.