«El narrador pierde todo, excepto el buen humor y la brújula»: Antonio Marquet

11221279_10154361589177846_2489668503897793254_n
Antonio Marquet escribió este comentario sobre Curso de belleza, amor y sexo de cara a la segunda presentación de esta novela en Sevilla, el pasado 13 de octubre de 2016 en el Centro de Iniciativas Culturales de la Universidad de Sevilla, dentro del programa organizado por el Centro Andaluz de las Letras. Gracias, Antonio querido, por tu infinita generosidad y atenta lectura. Te admiro.

¿Es una novela o un manual? ¿Es un manual novelado? Una novela manualizada con un giro de dificultad complementario que es la autoficción, pasada por una terapia psicológica. Todo ello envuelto como curso trufado con un abanico de peripecias.
En este Curso de belleza, amor y sexo, destaca la franqueza osada que raya en el desgarramiento de las cortinas que protegen y permiten la intimidad. Sin embargo ante la caída de coordenadas de un sujeto que elabora un duelo, es preciso establecer una voz y una mirada que acompañan. En este caso, esa voz interior, instalada como narrador persigue a un personaje que es abierto en vilo.
En esta novela cabe hasta un viaje trasatlántico Sevilla-Ciudad de México (con escala en Quito en busca del marido perdido) con una serie de robos en que el narrador pierde todo, excepto el buen humor y la brújula.
Los detalles y devaneos habrá que descubrirlos en una lectura que siempre es ágil. El protagonista va en busca de sentidos: profesionales, laborales, sexuales, amorosos y subjetivos. Cada búsqueda se acomoda y resuelve ante la mirada del lector. A la pregunta por la escritura, la respuesta no puede ser sino en el amplio rompecabezas de una subjetividad.
La incertidumbre en la que navega el protagonista haya un norte contundente que se desprende del diagnóstico. Está en la acción la salida del laberinto.

Antonio Marquet, escritor y Profesor Titular de la Maestría en Literatura Mexicana de la UAM Azcapotzalco.