El último minuto, Andrés Neuman

Las cosas suelen suceder antes de que uno haya pensado si convenía o no que sucedieran, y cuando ya están ahí, no hay más remedio que convencerse de que eran necesarias. […] Los años suelen pasar antes de que uno haya pensado si convenía o no que pasaran, y cuando ya no están ahí, no queda más remedio que convencerse de que era necesario que se fuesen tan rápido.”