Excusas comunes para no escribir

Los principios de año son siempre motivadores porque tenemos doce meses por delante para hacer realidad un montón de proyectos, pero generalmente los terminamos postergando durante once meses hasta que hacemos una nueva lista de buenos propósitos que volveremos a dejar sin cumplir un año más, en un ciclo sin fin hakuna matata. Nos hace mucha ilusión escribir, publicar un libro, etc., pero nos cuesta la misma vida poner manos a la obra. En este vídeo voy a compartir contigo las doce excusas más comunes para no escribir (una por mes) y te diré lo que opino que podemos hacer frente a cada una de las circunstancias que implican, con la intención de ayudarte a combatirlas.

Suscríbete: un solo pago para siempre

Ve todos mis vídeos sin publicidad suscribiéndote hoy mismo.


¿PREFIERES SEGUIRME A TRAVÉS DEL PODCAST?

ENERO Tengo mucho trabajo

La mayoría de nosotros tiene que ganarse la vida haciendo otra cosa además de escribir. Muchas veces, escribir no deja de ser un pasatiempo, precisamente porque dedicamos mucho tiempo a trabajar para ganarlos la vida y poco a hacer lo que nos gusta. El trabajo siempre come buena parte de nuestra jornada diaria. Si realmente quieres escribir, debes usar la mayor parte del tiempo libre del que dispones. ¿Es sacrificado? Sí, ¿pero de qué otra manera esperas que salgan las palabras de tu cabeza si no es escribiendo por las noches o un par de horas por la mañana antes de irte a la oficina? Además, los fines de semana tienen 48 horas y los periodos vacacionales muchísimas horas más, si quieres escribir no te va a doler el uso de ese tiempo para dedicarlo a tu pasión, si te duele es que en verdad no te importa tanto.

FEBRERO No me llega la inspiración

Pensamos que la creación artística es algo mágico que les sucede a los genios que nacieron con el don. Eso nos lleva a creer que si nos atrae tanto la escritura nosotros debemos ser uno de esos genios tocados por los dioses y que solo debemos esperar a que la inspiración nos invada para hacer libros como churros. Y no. “Cuando llegue la inspiración, que me encuentre trabajando”, dijo Picasso. Si te quedas esperando a que llegue la inspiración, seguirás eternamente sin escribir.

MARZO Mis padres piensan que si me dedico a escribir no estoy haciendo nada provechoso 

Esto le pasa a la gente joven, porque la postura de los padres de las personas mayores que yo conozco era: no, así sin más. Ahora, por lo menos, los padres nos dejan explorar el terreno creativo en una edad temprana, antes de decir que no estamos haciendo nada allí sentados leyendo, que deberíamos hacer algo de provecho. Esto lleva a muchos adolescentes a distanciarse de la literatura, porque no sienten respaldo y no pueden demostrar sus virtudes. Mi consejo es que escribas a escondidas y envíes tus textos a los concursos, hasta que ganes uno y con eso demuestres a tus padres que sí es provechoso lo que haces. Mis padres, al final, me apoyaron y comprendieron mi trabajo. No dejes que nadie apague tu ilusión.

ABRIL Mis hijos me absorben / Mi pareja me absorbe

¿Cuántas veces una madre deja su hijo con los abuelos para ir a trabajar o para ir a tomarse un café con las amigas de la oficina? ¿Cuántas veces un novio miente a su chica para irse a divertir un rato con los amigos? ¿Cuántas veces has tirado de la niñera para poder asistir al compromiso? ¿Cuántas veces has dicho a tu novio que tienes mucha tarea y en realidad no querías perderte el nuevo capítulo de la serie? No estoy diciendo que debas evadir tus responsabilidades. Tus hijos y tu pareja te necesitan. Pero también tú necesitas dedicar un tiempo a lo que te hace feliz. Encuentra el equilibrio, que nadie te absorba. Búscate las mañas para sacar tiempo.

MAYO Las actividades de casa no me dejan tiempo libre

Quehaceres habrá siempre. Puede que durante seis meses tu casa esté menos ordenada que de costumbre. Pero te sentirás genial cuando te hayas dado cuenta de que por fin puedes enviar un manuscrito a las editoriales. Créeme, quehaceres en casa, habrá toda la vida. No desaparecerán jamás y se generan solos, sin que tú te lo propongas. Pero los manuscritos necesitan de ti, están solos y desamparados en un rincón de tu cabeza. ¡Quieren nacer!

JUNIO Estoy bloqueado

Esta es la peor excusa. La única manera de fluir es forzando la maquinaria. Si la tubería está atascada con mierda, compras un disolvente de cañerías y tiras tanta agua como puedas para empujarlo todo y conseguir que vuelva a fluir el agua. Si quieres que las ideas vuelvan a fluir, debes obligarte a sacar la mierda que tienes atorada. Sácala, aunque sea mierda. En cuanto termine de salir comenzará a salir la magia.

JULIO No tengo tiempo 

Ajá, pero sí tienes tiempo para respirar, comer, dormir, asearte, tirar la basura, pagar las cuentas, limpiar las ventanas, hablar por teléfono con tus amigos, opinar ocho veces en Facebook, subir dos o tres fotos a Instagram, asistir a clases de ocho a dos, etc., etc. Creo que ha quedado claro mi punto…

AGOSTO Se vienen las vacaciones

Cuando el curso transcurre, porque el curso transcurre y hay mil cosas que hacer. Cuando el curso termina, porque el curso termina y ya te habías organizado un viaje a la playa. Somos como la gata Flora… 

¿Sabes que en dos meses bien aprovechados podrías escribir el primer borrador de una novela de aproximadamente 150 páginas? No serán la 150 mejores páginas de tu vida. ¡Pero habrás escrito un primer borrador! Habrá merecido la pena.

SEPTIEMBRE No creo que pueda, no tengo talento suficiente

Nos encanta refugiarnos en la autoflagelación. No es suficiente que el mundo nos demuestre día con día, que la vida es difícil, ahí vamos nosotros y nos ponemos otro tope, uno muy dentro del corazón.

Si tú mismo no eres capaz de creer en ti y en tus capacidades, entonces realmente nadie va a ver tu talento ni valorará tu trabajo. Que la inseguridad no te apague. Igual descubres que la literatura no es lo tuyo, pero créeme, habrás aprendido igualmente y tendrás más recursos para enfrentarte a la vida. Pero si vas a empezar, no empieces por echarte mierda tú solito.

OCTUBRE Este no es el mejor momento para dedicarme a escribir

La vida nunca es fácil y siempre hay obstáculos. En parte eso es lo que la hace interesante, si lo tuviéramos todo fácil seríamos una especie bastante aburrida y poco desarrollada. Nunca es un buen momento para nada. Si queremos ver el lado malo de las cosas basta con abrir los ojos. Pero para ver el lado bueno es necesario cambiar de actitud y pensar en positivo, creer que es posible. En mi opinión, lo único que hace falta para que hoy sea un buen momento es que tú quieras que lo sea, que tu necesidad y tu pasión sean tan grandes que deslaven cualquier otra razón, que nada sea más importante y más bello que ese ratito diario en el que todo está en orden y todo va bien porque tú eres feliz haciendo lo que te gusta. Al terminar ese ratito puede que la vida vuelva a ser dura, pero al menos ya habrás escrito lo que tocaba hoy.

NOVIEMBRE No tengo dinero

Esta es de mis excusas favoritas. Como si el dinero se tradujera en letras sobre el papel. Creemos que teniendo dinero podemos entregarnos de lleno a la escritura sin temor, porque el dinero nos garantiza estabilidad mientras escribimos. Como si nada pudiera ir mal en el mundo solo porque tenemos un poco de dinero mientras escribimos. ¡Vaya chorrada! Había una vez un hombre que llevaba casi dos años trabajando muy duro y ahorrando para luego poderse tomar un año sabático dedicado a la escritura. Unos meses antes de alcanzar los dos años, camino al trabajo, tropezó en plena calle y se partió las muñecas de las manos al evitar que su caída fuera más estrepitosa. Ahora ese hombre tiene un montón de tiempo libre y dinero en el banco. ¿Sabes cuánto se puede escribir con las muñecas rotas?

DICIEMBRE Tengo dinero, pero tengo también otros gastos importantes

¡Claro! Porque al final del año hemos acumulado muchas deudas y además queremos hacer regalos y bla bla blá. Si no dedicas el dinero mínimo que tu pasión requiere es porque realmente no te apasiona, no te importa. Para escribir solo necesitas papel, un boli un mínimo de tiempo. El amor que te nace luego en el corazón será suficiente para llevarte de la mano hasta el cuento, la novela, el ensayo o el poema. Si no te late el corazón mientras escribes, entonces es que lo tuyo, lo tuyo, es el postureo.