Franz Kafka: un recuerdo dentro de la jaula

• Se recordó la vida y obra de este escritor a 125 años de su nacimiento

Por Israel Pintor

DISTRITO FEDERAL, México, 30/10 (N22).- En 2008 se celebra el 125 aniversario de uno de los escritores más prolíficos del siglo XX, Franz Kafka. Nacido en Praga en 1883 en el seno de una familia judía de comerciantes, el narrador creció en un ambiente cultural alemán y realizó estudios doctorales en derecho. Murió en 1924 a causa de tuberculosis.

A pesar de la enfermedad, de la hostilidad manifiesta de su familia hacia su vocación literaria, de sus cinco tentativas matrimoniales frustradas y de su empleo de burócrata en una compañía de seguros, Franz Kafka se dedicó intensamente a la literatura.

Su obra nos ha llegado en contra de su voluntad expresa, pues, antes de morir, ordenó a Max Brod, amigo íntimo y consejero literario, quemara todos sus manuscritos. La obra de Kafka constituye una de las cumbres de la literatura alemana y hoy se cuenta entre las más influyentes e innovadoras del siglo XX.

La escritura de Kafka se caracteriza por una marcada vocación metafísica y una síntesis de absurdo, ironía y lucidez. Ese mundo de sueños que describe minuciosamente, se halla presente en su primera novela corta, Descripción de una lucha, publicada parcialmente en la revista Hyperion, dirigida por Franz Blei.

En 1913, el editor Rowohlt publicó su primer libro, Meditaciones, que contenía fragmentos de su diario personal, algunos segmentos en prosa de una inquietud espiritual penetrante y un estilo profundamente innovador, a la vez lírico, dramático y melodioso. Este, como casi todos los libros de Kafka, pasó desapercibido y no obtuvo ningún éxito fuera del círculo íntimo de amigos y admiradores incondicionales que el escritor tenía.

El inicio de la Primera Guerra Mundial y el fracaso de una relación amorosa, señalaron el comienzo de la etapa creativa más prolífica de Kafka. Entre 1913 y 1919, escribió El proceso, La metamorfosis y La condena y publicó El coger, que incorporaría más adelante a su novela América, además de En la colonia penitenciaria y el volumen de relatos Un médico rural.

En 1920 abandonó su empleo e ingresó en un sanatorio. Poco después se estableció en una casa de campo en la que escribió El castillo; al año siguiente Kafka conoció a la escritora Milena Jesenska-Pollak, con la que mantuvo un breve pero no menos intenso romance y una abundante correspondencia, publicada hasta 1952.

«Sin duda alguna, Kafla fue un ser espantosamente aislado de su realidad social (?) vivió en una jaula o un círculo infinito por él mismo contruido y del que no pudo salir nunca. Esa es la filosofía de Kafka que tanto atrajo a escritores como Borges», esbozó Weber Herwig, uno de los presentadores y lectores de la mesa «Celebración del 125 aniversario del nacimiento de Franz Kafka», realizada la noche de ayer en la Casa del Refugio Citlaltépetl (Citlaltépetl 25, col. Hipódromo Condesa).

Esta mesa de lectura, en la que también participó Andrea Galante con la lectura de algunos fragmentos representativos de la obra de Kafka, y Carlos Galicia con la musicalización de las lecturas, formó parte del ciclo de lecturas dramatizadas que actualmente lleva a cabo el Foro Cultural de la Embajada de Austria, que continuará el próximo 27 de noviembre con un homenaje al escritor Austro-Húngaro Ödön ron Horrath en el restaurante El conejo blanco (Amsterdam 67, col. Hipódromo Condesa), en punto de las 7 PM.

Fuente: http://www.biografiasyvidas.com

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Publicado en Noticias 22