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Ejercicio de escritura 1
¿Eres de ese tipo de persona que pierde la mirada en el aire imaginando lo que está haciendo su vecino del otro lado de la pared? ¿Te preguntas cómo habrá sido la mañana de la gente con la que te cruzas por la calle de vuelta a casa? ¿Sientes curiosidad por las vidas de los otros? ¡Entonces eso es que eres muy cotilla y que este ejercicio te va a encantar! Empieza por ver el siguiente vídeo y toma nota de la consigna, después ponte en marcha y ¡escribe!
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¿Has terminado la escritura de tu ejercicio? Ahora estás listo para enfrentarte a la revisión y corrección de tu ejercicio, tal como hacen los escritores profesionales. ¡Adelante!
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El ejercicio pretende ser un disparador de tu imaginación. Voy a ponerte a sacar partido a una de las cualidades que configuran tu personalidad creativa: eres un cotilla irredento. Y lo sabes. Por eso no puedes evitar poner atención cuando algo interesante pasa a tu alrededor. Y sin saber qué es lo que sucede, tu mente se pone a dar vueltas y enseguida creas una posible respuesta sin tener certeza ninguna.
Tu espíritu cotilla es en realidad una gran virtud si quieres dedicarte a la escritura. Así que vamos a aprovecharlo. Se trata de que salgas de ese territorio chismoso e improductivo en el que te encuentras y entres a un territorio en el que, más que un chismoso, te conviertes es un gran observador. Papa, patata. Tú ya me entiendes.
Toma nota, esta es tu consigna de hoy:
- Si tienes una ventana en casa, ve hacia ella. Antes de asomarte mírala con detenimiento y piensa en ella como tu único medio de contacto con el exterior. Imagina que no puedes salir de casa, nadie lo sabe, pero tienes prohibido salir de casa. La razón por la que no puedas salir de casa te la dejo a ti: quizá estás castigado, quizá has cometido un delito y estás cumpliendo una condena de arraigo domiciliario, no sé, lo que a ti te pida el cuerpo.
- Una vez en la ventana, observa el mundo de fuera. ¿Es de día o de noche? ¿Ves un paisaje urbano o rural? ¿Cómo es? ¿Hay una calle, farolas, un gran aparcamiento, una estación de tren? ¿Qué es lo que puedes ver a través de la ventana? Obsérvalo con lujo de detalle.
- Mira un rato a la gente que pase por allí. Pregúntate de dónde vienen y hacia dónde pueden ir. No te centres demasiado en aquellas personas que así como pasan se van, intenta quedarte con aquellas personas que encuentran una razón para permanecer más tiempo en ese espacio que puedes observar desde la ventana. No lo sabes, pero esas personas están allí por algo. ¿Qué hacen? ¿Por qué lo hacen? Intenta averiguarlo. Si durante un buen rato nadie se queda por allí haciendo algo que intentes averiguar, entonces simplemente imagínalo a partir del contexto. Y cuando hayas conseguido llegar hasta aquí, ahora imagina que la persona de pronto ha coincidido su mirada con la tuya. Y así como tú le miras detenidamente, ella ahora te observa a ti. Piensa, ¿eres tú quién le observaba o era ella quien estaba haciendo tiempo para poder demostrarte que sabía que le estabas viendo? ¿Para qué te observa? ¿Qué hace mientras te observa? ¿Qué sucederá ahora?
- Al escribir este texto tendrás que cumplir algunas reglas: a) piensa que estás contando una historia, procura que tenga un principio, un desarrollo, un clímax y un desenlace; b) supera los tres folios, puedes escribir más, pero no menos de tres folios y; c) no te cortes en detalles, sé generoso en tus descripciones, pero al mismo tiempo procura que las descripciones muestren cómo es tu propia personalidad, que todo lo que ves por la ventana pase por tu filtro de personalidad.
Y ya está, cuando termines de escribir tu práctica nos vemos en sesión para darle una revisión profesional.
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