Música para los ojos

Estupendo ejemplo de lo que hasta ahora entiendo como periodismo cultural. Dionicio Morales deja ver en Música para los ojos, cuán apasionado puede ser al escribir sobre un tema provocador en el mundo del arte: la plástica. Recordaré esta lectura sobre todo por sus letras sobre Diego Rivera, por quien siento atracción, admiración y respeto. Debo hacer una observación acerca de cómo asimilé el texto completo, quedará escueto como eso, un simple comentario.

Aunque, sin duda la prosa del poeta es rica en figuras, obviamente diestra y en momentos encantadora, queda en mí solo una estela de eso. Como cuando una mujer de olores agradables pasa de lado y en el camino de su andar deja el aire de sus tacones, lo hueles, te gusta y desaparece.

Desaparece igual de rápido como llegó a tu nariz, tal vez porque no te interesan las mujeres o, particularmente esa mujer no te interesa, tal vez porque no la conoces. He de reconocer el trabajo del autor, arduo. Tantos personajes, tantos matices, tantas pinturas o esculturas, tantas entrevistas, tantos amigos. Me deja la idea cristalina de que para culminar el sueño de escribir un libro como el citado, hay que vivir plenamente nuestros objetivos, planes y metas.