El abanico de Lady Windermere, Oscar Wilde

No he podido evitarlo. Puedo resistir a todo, excepto a la tentación”.

Las desgracias que vienen de fuera pueden soportarse, son accidente. Pero sufrir por culpa propia,¡ah!, es el tormento de la vida”.

Soy la única persona en el mundo que me gustaría conocer a fondo. Pero hasta ahora no veo ninguna probabilidad de conseguirlo”.

Mi vida…, mi vida entera. Tómela usted y haga con ella lo que quiera… La amo a usted…, la amo como no he amado nunca nada en la vida. Desde el momento en que la conocí la amé a usted, la amé ciegamente, ¡con adoración, locamente! Usted no se dio cuenta entonces… Ahora ¡ya lo sabe usted! Márchese de aquí esta noche. Yo no le diré a usted que el mundo no importa, o que no importan la voz del mundo, la voz de la sociedad. Significan mucho. Significan demasiado. Pero hay momentos en que es preciso escoger entre la propia vida, plenamente, cabalmente, completamente… o arrastrar una de esas existencias falsas, superficiales, degradantes, que el mundo pide en su hipocresía. Ha llegado usted ahora a ese momento. ¡Escoja! ¡Oh, amor mío, escoja!”

Un hombre que moraliza es, generalmente, un hipócrita, y una mujer que moraliza es, invariablemente, fea”.

…yo he encontrado miles de mujeres honradas. No he encontrado nunca más que mujeres honradas. El mundo está lleno por completo de mujeres honradas. Se reconocen por su educación de clase media”.