
Me aferro al instante. Por ejemplo ahora. Estoy sentado en una tumbona de playa, en el parque que tengo al lado de casa. Tomo el sol, escribo correos electrónicos, me hago selfies, como si eso me ayudara a sentirme menos mierda.
Se me cruzan los cables. Hago posts sobre este rollo porque necesito sentirme menos solo. No estoy solo, pero no tengo al rebaño, a la tribu. Ayer me obligué a ver la tele. Me atrajo la fantasía de And Just Like That…, que da continuidad a Sex & The City.
Como mi madre acaba de morir me la suda hacerte un spoiler: Mr. Big muere en el capítulo uno, le da un infarto y así, de la noche a la mañana, la historia de amor que tuvo a medio mundo anclado a Carrie durante seis temporadas y dos películas, se desmorona.
En el capítulo dos Carrie comienza el duelo. En aquella realidad millonaria de Manhattan la pandemia parece haberse superado, en aquella ficción ya nadie parece preocupado por las variantes del virus; las mascarillas no pegan con los vestidos de Óscar de la Renta. Por lo tanto, el funeral de Mr. Big está abarrotado de gente. Gente que importuna, que rellena, que acompaña, que ama, que sufre. La tribu que se necesita ante una pérdida.
Terminé de ver el capítulo y me fui a la cama emputado. Yo ni siquiera tuve la oportunidad de decir adiós a mi madre. Carrie pudo llegar en el último momento al baño, donde Mr. Big aún le dedicó una última mirada y un beso. No es justo.
Creo que por eso sigo exponiéndome. Porque necesito a la tribu. Porque estoy del otro lado del mundo, cuando las cenizas de mi madre aún forman parte del altar frente al que rezamos un novenario, a través del puto Zoom, en la casa donde vivió junto a mi papá y dónde mi hermano y yo pasamos la mayor parte de nuestras vidas.
No quiero dejarme llevar por estos sentimientos, por eso al salir de casa y entrar al parque respiro hondo y pongo atención en el canto de los pájaros y los canarios. Su canto me apacigua. Me aferro al momento. Al rayo de sol que me calienta. A la presencia serena y comprensiva de mi Jesús, a la realización de pequeñas tareas que me mantienen distraído. Pero no creo que nada de esto vaya a quitarme la pena.
Me quiero mudar a un mundo de ficción en el que se hable de la pandemia por COVID-19 como se habla hoy de la conquista de América, just like that.
♥️❤️♥️❤️