Filosofía del tocador, Marqués de Sade

…Debemos darnos cuenta de que fuimos lanzados a esta vida de penurias sin nuestro consentimiento, y que desde el nacimiento de nuestra conciencia nos hemos visto asaltados por los sofismas de quienes aprovechan nuestra condición; si queremos disfrutar el momento más brece de placer —si deseamos plantar de vez en cuando una rosa en el rocoso camino de la vida— tendremos que sacrificarlo todo a los pedimentos de nuestros sentidos. Así es la lección de los filósofos del tocador…”

…Realmente, nada me gustaría más que combinar todas las especies bajo el sol, y disfrutarlas juntas.”

Lo malo con este mundo, es que existen demasiadas personas convencidas de que tienen el conocimiento de lo correcto; de que su forma de actuar es la única en que conviene hacer las cosas. Entonces se convierten en Quijotes que cargan sus lanzas contra los molinos de viento de lo anormal, castigando a todo el que piensa distinto a ellos… ¿y por qué? Por miedo, sin duda; por miedo de que su propio modo muy `normal´ de hacer las cosas probablemente no sea tan divertido como la perversión de los otros.”

¡Cómo me gusta agarrar tu verga mientras me vengo! ¡Carajo! Por el pene palpitante del destino. Por el coño apretado de la providencia ¡jódeme! ¡Chúpame! ¡Qué divina jodida! ¡Estoy acabada! ¡Arruinada! ¡Todo se acabó! ¡Nunca le he pasado tan bien en mi vida!”

Tiene que existir una desproporción universal entre los sesos y las vergas.”

Nota: todo en las voces de los personajes del Marqués de Sade.

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