Nosotros podemos darnos aires de civilidad, de superar los escollos evolutivos en los que evidentemente nos encontramos… Pero de ahí a obviar las verdades de las que habla nuestro organismo hay un trecho sustancial e infranqueable. Nada es tan cierto como lo que dice el cuerpo”.
Están casados, de eso no tengo la menor duda. Tienen esa actitud de personas que han madurado juntos en una relación de pareja, de quienes han transformado amor en amistad y después en algo parecido a la tolerancia”.
¿Cuánto podemos aguantar viviendo con otro al lado, asimilando su descomposición? ¿Qué tan bien toleraremos la imperfección del otro, su aliento matutino y sus desconciertos digestivos? No lo sé. Pero me parece que ella llegó a su límite”.
Deja un comentario