Schweblin, «la reina»

Hace unas semanas acudí a la presentación en Sevilla de Ustedes brillan en lo oscuro, de la recientemente galardonada Liliana Colanzi, con la joya de la corona del cuento, el Premio Rivera del Duero.

Allí tuve la oportunidad de conversar muy brevemente con Juan Casamayor, editor de Páginas de Espuma, una editorial que admiro y respeto mucho. Creo que no hay una editorial más comprometida con el cuento como ésta.

El caso: hablaba con Casamayor sobre la posibilidad de entrevistar a Liliana, asunto que sigue evaluándose y del que me gustaría, cruzo los dedos, poder confirmar que se hará. Y de una ganadora del Ribera del Duero llegamos a otra: Samanta Schweblin, a quien tuve el privilegio de tener como profesora en el Máster de Creación Literaria de la Barcelona School of Managment.

Lo que quiero compartir es en realidad una anécdota que podría parecer insignificante, pero que para mí fue la confirmación de algo que vengo creyendo desde hace tiempo: la argentina Samanta Schweblin es probablemente una de las escritoras contemporáneas más importantes y que más posibilidades de trascendencia tiene dentro del campo literario contemporáneo.

Mencioné, pues, a Juan Casamayor que fui alumno de Samanta y él dijo entonces, absolutamente convencido de sus palabras, o al menos eso me pareció a mí: «Ah, la reina». En ese momento confirmé lo profundamente afortunado que soy, de haber tenido durante algunas semanas, la oportunidad de entender el cuento, artefacto narrativo a través del que se despertó y consolidó mi vocación literaria, de la mano y con la perspectiva refrescante y apasionada de una gran, grandísima cuentista de nuestros tiempos.

Hace dos días me llegó a casa la edición de junio 2022 de la revista Cuadernos Hispanoamericanos, número que dedica su portada a Schweblin. A través de la entrevista que le realizó Florencia del Campo, he conseguido conocer un poquito más la fórmula práctica con que Samanta se enfrenta al oficio, desde la creación y la docencia. Me inspira mucho. Me impulsa a seguir dedicándome con ahínco y amor a este oficio de locos que conlleva tantas inseguridades económicas como satisfacciones de plenitud y autorrealización.

Si te apetece leer la entrevista, ve aquí.