No pocas veces me ha tocado escuchar, sobre todo a personas que se mantienen distantes al arte y que no comprenden su función, que la lectura de cuentos o novelas es básicamente un entretenimiento y que sirve para evadirse de la realidad.

Cuando he llegado a escucharlo me siento profundamente incomprendido y por eso pienso que es necesario, hoy más que nunca, que estamos rodeados de múltiples formas de consumo de historias, entender para qué sirve leer ficción a través de cuentos y novelas. Porque no, no sólo es una actividad para el entretenimiento y la evasión, que puede ser, pero no sólo es eso. Es más, muchísimo más.