Javier Rodríguez Blázquez

★★★★★ «Tu historia no tiene corazón» me dijo Israel en la primera sesión —así, sin anestesia ni paños calientes— y… jamás le podré agradecer lo suficiente ser tan sincero. Israel es un maestro exigente y amable, que te ayuda con su enorme conocimiento y paciencia. En cada sesión te enseña cómo afrontar tus dudas literarias —que son todas— con ejemplos claros, interesantes y, lo mejor de todo, divertidos (siempre utilizo su ejemplo de Blancanieves para explicar el esquema actancial). Israel te hace preguntas que son oro puro: ¿Qué quieres contar? ¿Por qué tu personaje hace [insertar aquí cualquier idea loca y que no habías pensado que no tenía sentido]? ¿Pero esto que quieres contar es verosímil? Menudo dramón, ¿no? Con Israel te ríes mucho y las clases de dos horas se pasan volando; pero te aviso, puede que en alguna te emociones, y es normal: te ha ayudado a sacar a flote algo doloroso que tenías enterrado. Con Israel aprendes que crear es un oficio y te hace respetarlo como tal. Gracias, gracias, gracias.» Francisco Javier Rodríguez Blázquez, Madrid, España.