De profundis, Oscar Wilde

…no olvides que se deben agradecer aquellas culpas por las cuales uno puede ser injustamente acusado”.

…el mayor de los vicios es la ligereza; todo lo que llega hasta la conciencia es justo”.

Nada, en ningún momento, tuvo realmente para mí la menor importancia comparado con el arte. Mas, para el artista, tener una debilidad que paraliza la imaginación equivale a cometer un crimen”.

La voluntad es la base del carácter, y mi fuerza de voluntad llegó a estar totalmente sometida a la tuya”.

Y yo, a causa de mi profunda, aunque equivocada, inclinación hacia ti; de la auténtica compasión que sentía hacia los defectos de tu carácter y de tu temperamento, de mi probada bondad de corazón; a causa de mi indolencia celta y de mi aversión de artista contra las maneras populacheras y las palabras malsonantes; a causa de aquella incapacidad de rencor que por entonces me caracterizaba; de mi repugnancia a considerar la vida en su amargura y en su fealdad, y porque el tener en realidad mis ojos puestos en otras cosas me hacía considerar todo aquello como simples bagatelas, demasiado insignificantes para merecer algo más que un momentáneo interés: por todos estos motivos, por muy sencillos que parezcan, siempre fui yo el que cedió”.

La conversación necesita una base común, y ésta no puede existir entre dos seres de cultura completamente distinta”.

El sufrimiento, -por singular que ello parezca- es el objeto por el cual existimos, pues es lo único que nos permite tener conciencia de que vivimos, y el recuerdo de nuestros sufrimientos pasados nos es indispensable, como garantía y demostración de nuestra permanente identidad”.

Ser completamente libre y hallarse al mismo tiempo sujeto al dominio de la ley, he aquí la eterna paradoja de la vida humana, sentida por nosotros a cada momento”.

También yo tenía mis ilusiones. Pensaba que la vida era una comedia ingeniosa, y tú uno de sus graciosos protagonistas. Y me he encontrado con que es una repulsiva e indignante tragedia, y con que tú, una vez caída la máscara del placer y la alegría, que lo mismo a ti que a mí podría habernos engañado y equivocado, eras el funesto instrumento que la impulsaba hacia las grandes catástrofes, funesto a causa de la tensión de sus anhelos y de la fuerza de su comprimida energía”.

El amor se alimenta de la imaginación, gracias a la cual nuestra razón sobrepasa nuestra sabiduría, nuestra bondad, nuestro sentimiento, nuestra nobleza, nuestra propia existencia; la imaginación, gracias a la cual nos es dado abarcar la vida en su conjunto; la imaginación, que nos permite comprender a los demás en sus relaciones reales e ideales. El amor sólo puede alimentarse con lo bello y con lo bellamente ideado. En cambio, al odio todo lo alimenta”.

Las funestas equivocaciones de la vida no deben ser atribuidas a la ausencia de razón. Un instante de irracionalidad puede llegar a ser nuestro momento más hermoso. Nuestras equivocaciones son producto de la lógica que rige al hombre. Entre ambas cosas media un abismo”.

El decirle a alguien una cosa que, ni siente, ni ha de comprender, no tiene finalidad ninguna”.

El odio -esto tenías tú que aprenderlo todavía- es, intelectualmente considerado, puramente negativo. Para el corazón, es una forma de atrofia, cuyos resultados son mortales, pero no sólo para uno mismo”.

…el amor no regatea en el mercado, ni emplea balanzas. Su alegría, como la del espíritu, está en sentir que vive. Su esfuerzo consiste en amar, nada más y nada menos”.

El sufrir es muy largo y no puede dividirse por las estaciones del año. Sólo nos es posible señalar su presencia y advertir su retorno”.

Donde hay dolor es lugar sagrado. Algún día comprenderá la Humanidad lo que esto significa. Hasta entonces, nada se sabe de la vida”.

Sí, tengo que perdonarte. No escribo esta carta para llevar amargura a tu corazón, sino para arrojarla del mío. Por mí mismo he de perdonarte. No es posible conservar siempre en el corazón una víbora que se alimenta de uno mismo y levantarse cada noche para sembrar espinas en el jardín del alma”.

“Lo que para mí era la paradoja en el mundo del pensamiento, lo fue la perversidad en el de la pasión. Y por último, el deseo se convirtió en enfermedad o en locura, o en ambas cosas a un tiempo. Dejé de preocuparme de la vida de los demás y gocé donde se me antojó y seguí adelante. “Olvidé que cada acción cotidiana forma o destruye el carácter, y que, por lo tanto, algún día habremos de gritar desde el tejado lo hecho en el secreto de la alcoba. Dejé, sin sospecharlo, de ser mi propio dueño y el conductor de mi alma”.

La razón poco puede hacer por mí. Me dice que aquellas leyes de que fui víctima son injustas y han sido vulneradas, y que el sistema bajo el cual yo he sufrido está vulnerado y es injusto; y, sin embargo, tengo que reaccionar como si todo esto fuera justo y equitativo. E igual que en el arte sólo interesa a uno un objeto determinado en un momento dado, así sucede con la evolución ética de carácter. Mi tarea consiste, pues, en hacer que cuanto me ha sucedido me sea benéfico”.

El lamentar la propia experiencia es como impedir el propio desarrollo; el negar su propia experiencia es como sellar con una mentira los labios de su propia vida. Es nada menos que intentar renegar de su propia alma”.

Si la vida es, con toda seguridad un problema para mí, yo también a la vez soy un problema para la vida”.

…una de las primeras etapas que debo alcanzar es, por amor a mi propio perfeccionamiento, y a causa de mi propia imperfección, el no avergonzarme del castigo sufrido”.

Necesito aprender a curarme de las cosas y a ser feliz”.

Ahora comprendo que el dolor, la más noble emoción de que es capaz el hombre, es a un tiempo el modelo más original y la piedra de toque del gran arte. Con arreglo a lo que siempre busca el artista, esa es la forma de vida en la cual el cuerpo y el alma se hallan fundidos e inseparables, en la que lo exterior expresa lo interior que por él se exterioriza”.

…el amor, cualquiera que sea su categoría, es la única explicación plausible para la inmensa cantidad de dolor que hay en el mundo. No puedo concebir otra explicación, y tengo el convencimiento de que tampoco puede haberla. Y si realmente, como dije antes, el mundo está hecho de dolor, es la mano del dolor la que lo ha construido, pues de otro modo el alma del hombre, para la cual este mundo fue creado, no podría jamás alcanzar el completo desarrollo de su perfección. El placer para el cuerpo hermoso; para la belleza del alma, el dolor”.

Si se le hubiera preguntado a Cristo, él habría dicho -estoy completamente seguro- que el hijo pródigo, después de haber disipado su hacienda con prostitutas, y de haber guardado los cerdos, y sufrido hambre, y pedido los desperdicios que comían los cerdos, en el mismo instante que cayó de rodillas y lloró convirtió todos estos hechos en momentos santos y hermosos de su vida. Resulta difícil para la mayoría de la gente comprender esta idea. Quizá sea preciso para ello haber estado en la cárcel. Si así fuera, merecía, en verdad, la pena de haber estado en la cárcel”.

El que anhela una careta, no tiene más remedio que llevarla”.

Puedo ser completamente feliz a solas conmigo mismo. ¿Quién no lo sería teniendo la libertad, y flores, y libros, y la luna?”

La intensidad es el verdadero objeto del arte moderno, no la amplitud”.

Para mí, el expresarme es tan necesario como el crecer y florecer a las negras ramas de los árboles que se asoman por encima de los muros de la prisión, y que tan agitadamente tiemblan al viento”.

El hombre no tiene por qué descubrir al mundo su vida. El mundo es incomprensivo. Pero cuando se trata de personas cuyo amor uno desea, la cosa es muy distinta”.

…el manifestar la verdad es muy doloroso, pero lo es aún más tener que mentir”.

El lenguaje debe estar afinado como un violín, y así como una vibración excesiva, o demasiado escasa, en la voz del cantante, o el temblor de las cuerdas, hace impuro el tono, así también el exceso o la falta de palabras estropean lo que se expone”.

Pues tú te hallas en la edad en que todo cuanto uno hace no es sino arrojar la semilla y yo me hallaba en la edad en que todo cuanto uno hace no es sino recolectar lo sembrado”.

En todos nuestros procesos nos jugamos la vida, así como todas las sentencias son para nosotros sentencias de muerte”.

Viniste a mí para aprender el goce del arte. Quizá he sido elegido para enseñarte algo más maravilloso: el significado del dolor”.