





Había escuchado bla bla blás sobre una nueva serie de AtresMedia. Pensé que tenía algo que ver con la influencer de Instagram que lleva el mismo nombre, pero me equivoqué.
Primero la vi, hoy, en lo que me quedó de tarde porque es una serie breve e intensa que no es posible dejar, aunque se quiera. Luego me enteré de que la producían Los Javis, aunque había sido escrita por Ana Rujas, quien también es la actriz protagonista, y Claudia Costafreda.
Terminé la primera temporada con ganas de aplaudir. La crudeza de este drama españolísimo, a pesar de tener a las drogas, el sexo y el crimen como fachada, tiene un trasfondo místico que ya es un sello de identidad de la marca Los Javis, con el que me siento profundamente identificado.
Entre los detalles de la serie que más disfruté están los monólogos internos de María, la prota, que son compartidos con el espectador como textos superpuestos. El contraste entre lo que María piensa y hace es graciosísimo, lo que no pinta menos cruda la realidad terrible que vive, sumida en la depresión y la adicción.
En resumen, flipé con Cardo. Quiero la segunda temporada ya.
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