Todos sabemos ya quién es Elizabeth Gilbert y probablemente hayamos ido al cine a ver la adaptación de su novela más popular, protagonizada por Julia Roberts. No es de extrañar, entonces, que habiendo conseguido tanto éxito en su carrera profesional con la novela Come, reza, ama, que Gilbert se haya sentido abrumada y al borde de sucumbir ante la abrumadora presión del éxito, que explica, ha condicionado su manera de enfrentarse a la escritura enfundándole el miedo de no volver a escribir un libro tan exitoso como la citada novela. Ella, que tiene un sentido del humor bastante agradable, por irónico, explica que las tenía todas de perder, fuera como fuera, pues al obtener tanto éxito con la novela, había muchísimas personas que la admiraban y apoyaban su trabajo, tantas como personas que la odiaban y deseaban que no volviera a escribir. Si escribía un libro que no fuera tan bueno como la novela Come, reza, ama, decepcionaría a toda la gente que la admiraba, y si escribía un libro cualquiera, aunque no fuera tan bueno, decepcionaría a toda la gente que la odia porque les recordaría que sigue viva y escribiendo libros.
Fuera de casa, explica la autora, siempre estaremos expuestos a tormentas, vientos huracanados, relámpagos, o agradables días de sol y viento suave. Como sea, estaremos expuestos. Sólo en casa estamos a salvo y no podrá afectarnos igual el clima del exterior. Si no olvidamos nunca dónde está nuestra casa, podremos volver a ella, sin importar dónde estemos. Por supuesto, no conseguiremos nada quedándonos en casa, hay que salir y explorar la vida, el mundo. En el proceso nos acercaremos hacia el éxito o el fracaso, indistintamente. Y si no olvidamos cuál es nuestro hogar, a dónde podemos volver en caso necesario, tendremos la certeza de que sobreviviremos y podremos seguir siendo creativos en el fomento de nuestros talentos, teniendo la sensata madurez de reconocer que no todo lo que hagamos será exitoso, ni tampoco todo lo que hagamos será un rotundo fracaso. Algunos de nuestros escritos serán mejores, otros peores, pero si sabes cuál es tu pasión y amas esa pasión más de lo que te amas a ti mismo, tienes asegurada la supervivencia en tu campo y yo diría que también tienes más posibilidades de alcanzar el éxito con más frecuencia.
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