Aquí estaré con mi amor a solas como recuerdo del porvenir por los siglos de los siglos”.
Nadie cae; este presente es mi pasado y mi futuro; es yo misma; soy siempre el mismo instante”.
La muerte de los demás es un rito que exige una precisión absoluta. El prestigio de la autoridad reside en el orden y en el despliegue de fuerzas inútiles”.
La memoria es traidora y a veces nos invierte el orden de los hechos o nos lleva a una bahía oscura en donde no sucede nada”.
-¡Virgen de Guadalupe, ayúdanos a chingar a estos cabrones!”
En esos días era yo tan desdichado que mis horas se acumulaban informes y mi memoria se había convertido en sensaciones (…) Los días se convierten en el mismo día, los actos en el mismo acto y las personas en un solo personaje inútil. El mundo pierde su variedad, la luz se aniquila y los milagros quedan abolidos (…) El porvenir era la repetición del pasado. Inmóvil, me dejaba devorar por la sed que roía mis esquinas”.
-¿Ah? Desde que los zapatistas me quemaron la casa se me queman los frijoles…”
-¡Es difícil tener hijos! Son otras personas…”
La memoria es la maldición del hombre”.
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