Mónica Lavín, desnuda en el Hotel Limbo

Por Israel Pintor

DISTRITO FEDERAL, México, 21/08 (N22).- “El limbo, aunque ya descontinuado por el papa, es el lugar de los pensamientos secretos, un lugar del que urge salir, donde se pierde el control porque no se está ni en el cielo ni en el infierno”. Con esta frase, el investigador y periodista Ricardo Raphael comenzó la presentación de la más reciente novela de la escritora Mónica Lavín, Hotel Limbo.

En la mesa de presentación también estuvieron Margo Glantz, Rafael Cauduro y Marisol Shulz.

El evento se desarrolló frente a una escenografía representativa de la habitación 301 (lugar donde se desarrolla la historia de la novela), luego de convocar una importante cantidad de personalidades del ámbito literario. Una modelo desnuda y un pintor trabajaron durante toda la presentación.

“Mónica Lavín es una mujer que para amar, ha sabido escuchar. El final de la novela surge del deseo de ser mirado; eso se impregna más en el lector que el delicioso sabor del erotismo literario. Esta es una de las novelas más maduras de la literatura mexicana”, concluyó Ricardo Raphael.

Por otra parte, Margo Glantz destacó como el mayor mérito de la novela que “la autora plantea el problema del deseo desde la mirada, más que en la cristalización de la pintura”, remontándose a las primeras representaciones de desnudo femenino de la historia que “lo dicen todo en el cuadro.”

“Yo sólo vengo a celebrar tu libro y a reconocer que ya te desnudaste en tu novela, mostraste una Mónica Lavín despojada de abrigos, además incitadora al voyeurismo”, opinó Rafael Cauduro.

“Para mí, el limbo es un estado de sinrazón, es tal vez el borde entre el infierno y el cielo. Hotel limbo es un juego de miradas: la de Sara que nada más busca ser mirada por Darío el pintor, sin importarle cómo se ve en el cuadro; la de Darío, que se mira a sí mismo a través de la representación de Sara en su pintura. El voyeurismo es un elemento fundamental en esta novela, porque yo misma fui voyeurista para construir la vida y al forma de los personajes”, declaró Mónica Lavín.

Mónica Lavín nació en 1955. Es autora de varios libros de cuentos entre los que destacan Ruby Tuesday no ha muerto (1996) y Uno no sabe, y también de las novelas Tonada de un viejo amor (1995) y La más faulera (1997). Es maestra de la escuela de escritores de la SOGEM y profesora investigadora de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México en la Academia de Creación Literaria. Actualmente pertenece al Sistema Nacional de Creadores.

¿Quién puede saber lo que hay detrás de un gesto, una mirada, una espera? Esta pregunta incita al lector desde la cuarta de forros de Hotel Limbo, publicada por Alfaguara.

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Publicado en Noticias 22