No, un imperativo de la GENERACIÓN NEXT, Andrés Roemer

Este, sin duda ha sido uno de los textos más trascendentes en lo que va de mi vida. Andrés Roemer nos regala un clarísimo y brillante ensayo sobre algunas circunstancias que rodean a los jóvenes del siglo XXI, la generación NEXT, que nació de los años 70 a los 90 en el siglo pasado.

La generación NEXT tiene tanto de lo que las generaciones previas carecieron, son más saludables, disfrutan de incontables comodidades modernas y poseen una mejor formación profesional; empero, no tienen otros elementos básicos para la felicidad como sostener relaciones estables, sentido de comunidad, esperanza, un tránsito aceptable hacia la adultez y amor comprometido hacia la pareja”.

La tecnología y las cosas materiales nos facilitan la vida, aunque no necesariamente nos hacen más felices. Por el contrario, extrañamos los vínculos emocionales del pasado, cuando entramos en un mundo confuso que nos presenta demasiadas opciones y, quizá por ello, nos deprimimos a edades cada vez más tempranas”.

La ansiedad anticipada -que es un efecto causado por la creencia de que el futuro será mejor- nos impide apreciar el presente”.

El exceso nos ha hecho escasos en esencia. El pecado capital del siglo XXI es que tenemos la “necesidad” de enajenarnos (volvernos ajenos) de nosotros mismos. Con más y con lo nuevo, el tiempo no se detiene, y si el tiempo no se detiene, no tenemos tiempo de confrontarnos con lo que somos, con lo que sentimos, con lo que sufrimos”.

El cambio más notable de esta generación constituye una desconexión entre sexo y envolvimiento emocional”.

Vivimos en un mundo de redes, de conexiones que se desconectan fácilmente y fríamente; no de relaciones que perduran y se sienten”.

¡Que pavor! ¿Sabía usted que al comprometerse, por más que sea a medias, le está cerrando la puerta a otras posibilidades amorosas que podrían ser mejores? (…) …si quiere que su relación sea plena, no se comprometa. Mantenga todas sus puertas abiertas permanentemente. Lo que sigue: NEXT… lo está esperando”.

Las relaciones sexuales en la generación NEXT nada tienen que ver con el largo plazo. La seducción de compartir la cama brota de la nada, y no necesita golpear varias veces la puerta para que se le permita entrar. Basta comprobar el código postal, el estatus maleado, la compatibilidad de los signos del zodiaco, y ya hay un avance significativo”.

Otra epidemia de la generación NEXT es no permitirnos estar aburridos. Aburrirse es un crimen. El énfasis en ser cool y feliz ha provocado que millones piensen que algo está fundamentalmente mal si uno se siente en otro estado de ánimo. (…) La instrucción de ser cool se da en los programas televisivos y mediáticos; inculca la idea de que una persona debe irradiar satisfacción continua como prototipo de moda y, si no es así, es un indicador de que es conflictiva, complicada o indeseable”.

Para diversos miembros de la generación NEXT comprar es supuestamente una terapia; para otros, es una manifestación de insatisfacción constante de lo que ofrece la existencia”.