Nos hace daño tu ausencia

Cuarta carta a la beba Pintor

Hace apenas un mes llegaste al mundo y comienzas a pagar ya el precio de vivir. Los doctores dicen que pudo ser cualquier cosa, el agua con que te bañan, las mamilas, tu ropa, un beso mío, o de alguno de tus papás o abuelos. Dice mamá que has cambiado. Te vio más lisa y clara la piel. Tiene razón, los bebés cambian rapidísimo con los días. Cuando dejé de verte había granitos en tus cachetes, aún no te acostumbrabas a las fibras de tus prendas. ¿Sabes? Tu abuela Juana es muy sensible. No soporta verte así. Hoy llegó más frágil. Escuchó tu llanto en el hospital. Una enfermera inexperta lastimó las venitas de tus manos. Llevas ahí una semana. Todos te extrañan. Tus papis no han dejado de velarte el sueño. Tu mamá no se despega de ti, tu papá corre a todas partes para acercar lo necesario, hacer trámites y demás.

Nos hace daño tu ausencia. Tu papá y yo necesitamos tenerte en casa para no pelear. Es una larga historia y no quiero aburrirte con ella. Ve tu carita nos calma los humos. Digo que nos hace mucho bien tenerte en casa, apapacharte, alimentarte, cambiarte los pañales sucios y arrullarte hasta dormirte. De otra manera estallamos en llano y golpeamos las puertas hasta hacerles hoyos, no insultamos. Alíviate pronto y ayúdanos. Te amo, Ale. Todas las noches rezo por que se cure la infección de tu pancita. Sé fuerte.

Feb08