Jaime Rico
Para Israel Pintor
¿Si era un niño? No lo sé… Su mirada cubría curiosa y avispada mí mirada ¿Un hombre? Tal vez… Sus palabras lo rebasaban pero el miedo al amor lo definía, la postadolescencia es mágica. No permite el compromiso pero anhela ser amado, no desea la entrega y busca desesperado a que asirse.
Israel el hombre-niño, el genio encantador, la promesa perfecta… Y un día mis pasos descubrirán sus huellas; mi niño-hombre… Caminando adelante tal vez mi voz no alcance ya sus oídos, mi aroma a mandarina se esparcirá en la lluvia de la ciudad pero mi niño… mi hombre Cuernavaca… mi viaje abrupto… me regalará una sonrisa tierna, ya no habrá deseo ni pasiones voluptuosas, pero una gran mirada llena de antiguos erotismos, de charlas ingeniosas y esperanzas sublimes…
Gracias a Jaime Rico por sus letras. Queridísimo amigo, inspiraste poemas un día, ahora me regalas lo mejor de ti, un poema precioso de remembranzas y pasiones muertas. Que tus palabras iluminen por siempre mi vida…
Ago07
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