¿Alguna vez te has preguntado qué tan importante es la escritura para los seres humanos? ¿Qué tanto nos ha permitido crecer y desarrollarnos?
La escritura ha llegado a ser algo tan elemental en nuestra vida y la usamos tan en automático, sin valorar realmente su trascendencia, que pasamos de ella o sobre ella sin más, cuando podríamos utilizarla en nuestro favor y en favor del resto de las personas del mundo. Por eso hoy quiero reflexionar sobre la escritura y señalar qué la hace tan importante, mucho más importante de lo que normalmente pensamos.

¿Quieres escribir una novela? ¡Genial! Déjame compartir contigo algunos consejos para que sepas cómo prepararte para escribir una novela, tu primera novela. Antes que nada mírate al espejo y pregúntate: ¿estoy realmente dispuesto a pasar los siguientes años de mi vida trabajando en la misma historia? Sí, has escuchado bien. ¡Años! Una novela, por muy rápido y productivo que seas, no se crea en poco tiempo. Es como esos platillos que sólo quedan buenos si se cocinan a fuego lento. Si me lo preguntas, yo diría que una buena novela necesita, al menos, un año intenso de trabajo. Y entre más tiempo le dediques, probablemente mejor será el resultado. Te quiero hacer algunas recomendaciones para ayudarte a preparar el terreno de cara a la escritura de tu primera novela, inspirándome en la experiencia de escribir mis primeras dos novelas y de ayudar a muchos primeros novelistas a lo largo de mis años como coach literario. ¡Pongamos los dedos sobre el teclado!

En un post anterior, os contaba que durante el Curso de iniciación del Taller de Escritura Creativa de Israel, todas las semanas teníamos deberes que entregar en la siguiente clase. Israel nos encomendaba la tarea de escribir un cuento clásico (el esquema actancial no podía faltar) con diferentes variaciones cada semana, que añadían dificultad al ejercicio. Pues bien, para escribir cada cuento, utilicé un pequeño truco que me sirvió de mucha ayuda para aclarar las ideas y poder plasmar con más exactitud el esquema actancial, que como bien decía Israel es el corazón de las historias. Este truco no hará que tu historia sea infalible, hay muchos más factores de los que te imaginas que pueden arruinar una buena idea; la práctica es lo único que hará que nuestras historias florezcan. Pero al menos, este truco te ayudará a mantener el hilo de la historia sin desviarte demasiado.