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Hace unas semanas recibí un correo electrónico que me alegró la mañana. Y no te imaginas cuánto lo necesitaba, porque suelo empezar los días con un café y muchas tareas pendientes. Pero ese día, al leer aquel mensaje, mi energía cambió por completo.
Resulta que Cristian Valeriano, un tallerícola del norte de Chile, me escribió para contarme algo increíble: envió un cuento a un concurso literario organizado por la Universidad Católica del Norte y obtuvo una mención honorífica. Lo más impactante de su relato no fue solo su logro, sino el hecho de que él nunca había escrito antes.
¡Sí, lo leíste bien! Cristian se inspiró en mis tutoriales, siguió al pie de la letra mis consejos y transformó esas ideas en una historia que captó la atención del jurado y de un director de cine que ahora quiere adaptar su obra.
El poder de aprender (y crear) desde Internet
Cuando comencé a compartir mi experiencia como coach literario en redes, en 2017, lo hice con la intención de llegar a quienes, por diversas razones, no tienen acceso a talleres literarios o formación de calidad en creación narrativa. La idea era democratizar el conocimiento y crear un espacio para los amantes de la escritura.
Con más de 3,000 suscriptores, sé que hay muchas personas como Cristian que han decidido tomar notas, escuchar con atención y poner en práctica lo aprendido. Pero recibir una carta que demuestra que mi trabajo puede marcar la diferencia en la vida de alguien es, sinceramente, emocionante.
La historia de Cristian Valeriano
Cristian es de Antofagasta, una ciudad al norte de Chile. Nunca había escrito nada antes de encontrar mi canal, pero algo lo motivó a intentarlo. “Seguí al pie de la letra todos tus consejos,” me escribió. Aunque no obtuvo uno de los tres primeros lugares que ofrecían premios monetarios, su cuento destacó entre 137 participantes y logró una mención honorífica.
Pero aquí viene lo mejor: su historia captó la atención de un director de cine que quiere adaptarla para la pantalla. Aunque ahora enfrenta un pequeño problema legal con los derechos del cuento —que pertenece a la universidad por las reglas del concurso—, lo importante es que su talento y esfuerzo han sido reconocidos.
Inspiración y motivación: ¡sí, tú también puedes!
Esta historia no solo es una celebración del logro de Cristian, sino una prueba de que cualquiera puede lograrlo si se lo propone. No importa si nunca has escrito; lo importante es tener el coraje de intentarlo y estar dispuesto a aprender.
Si Cristian pudo conseguir una mención honorífica y llamar la atención de un cineasta solo con las herramientas que comparto en mis vídeos, imagina hasta dónde podrías llegar si decides tomarte en serio tu formación como escritor.
Un efecto dominó de la creatividad
Lo que más me emociona de esta historia es pensar en el impacto que puede tener la creatividad. Mi trabajo inspiró a Cristian; su cuento inspiró al jurado y a un director de cine; y, con suerte, la película que surja de esta adaptación inspirará a más personas a crear. La creatividad es una cadena que se retroalimenta, y ser parte de ese proceso es un privilegio.
Mi compromiso contigo
Cristian me ha recordado por qué hago lo que hago. Mi Taller de Escritura Creativa no solo es mi medio de sustento; es una extensión de mi pasión por la escritura y mi deseo de formar escritores en todo el mundo. Dedico tiempo y esfuerzo a cada uno de ellos con la esperanza de que puedan marcar una diferencia, así como lo hicieron con Cristian.
Si tú también sientes que mi Taller de Escritura Creativa te ha ayudado en tu camino literario, ¡me encantaría saber de ti! Deja un comentario, escríbeme o comparte tus logros. Porque escribir es un viaje, y no hay nada más gratificante que saber que no lo estamos haciendo solos.


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