En la alacena de mi cuerpo
siempre tengo algo
por si quieres
por si se te antoja
por si vienes de visita
o te quedas a dormir
Me muerdes me debajo de las sábanas me tus mis
manos desabotonan me el sueño me enredas mis
piernas se deshebran y no sé no si son tuyos los labios
labios que vuelven que bajan que a mi pecho a mi
ombligo a mi engullen me quiebran me viernen me
Su cuerpo no era lo importante A decir verdad
sólo me gustaba cuando yo estaba ebrio
Tenía las piernas delgadas las rodillas gruesas
un tatuaje mal hecho en el tobillo y un vientre
cómplice de años
y años de cerveza
Tenía el cuerpo de un adolescente envejecido y en la
oreja
un arete pasado de moda
Sus manos eran torpes como su lengua tartamuda y
los ojos
al primer trago se empañaban
Su barba —y con esto termino—
únicamente le crecía los martes y sábados
pero no simepre No
Su cuerpo no era lo importante
Nota: Gracias, Sergio. El poemario está de pelos.
Sus brazos labios en mi boca rodando, Fondo Editorial Tierra Adentro, 2007.
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