đź’˘ Antagonismo y tipos de conflicto

Podemos decir que las historias son historias porque plantean un conflicto y lo desarrollan. Si no tienen conflicto, los hechos o el conjunto de ellos son solo anécdotas que dan cuenta de algo: un ambiente, un personaje, lo que este dice e incluso lo que puede llegar a hacer. Pero todo eso no se convertirá en una historia en términos literarios, sin un conflicto, es decir, sin las fuerzas de antagonismo necesarias. Sé que te interesa entender mejor estas fuerzas, porque aunque no entiendas muy bien cómo, sabes que son las que mantienen al lector anclado al texto. ¡Hablemos de antagonismo y de tipos de conflicto!

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Un suscriptor de nombre abstracto XXX3W Victor me dejó la sugerencia, así como no queriendo la cosa: “ojalá puedas hacer un vídeo sobre antagonistas y problemáticas. Muchas gracias.”

Tomé nota porque me gustó la precisión de la propuesta y porque detrás del minimalismo del comentario, que se ahorró hasta el punto final, detecté una inquietud que sin duda es de interés general y que podrá ayudarte a comprender mejor un principio fundamental de construcción dramática.

Empiezo por definir el concepto de antagonismo

Son todas aquellas fuerzas que se oponen al protagonista en busca de un objeto de deseo. La elección de las palabras con las que defino el antagonismo pueden parecerte complejas, pero eso se debe a que no has visto uno de los vídeos más importantes de mi canal; se titula Qué es y cómo se construye el conflicto en una historia. Podrás ir a remediar tu incertidumbre en cuando termines de escuchar cómo han organizado los académicos, creadores y contadores de historias dichas fuerzas de antagonismo.

En todos los talleres de escritura del mundo o espacios en los que se estudie la narración te dirán que, en términos clásicos, existen estos cuatro tipos de conflictos:

1 Hombre contra la naturaleza

Es decir, cuando las fuerzas que se le oponen al protagonista para conseguir lo que desea son naturales: terremotos, tiburones, la selva, el mar. Ejemplos serían las películas: Twistter de Jan de Bont y La tormenta perfecta de Wolfgang Petersen; o la novela Relato de un náufrago de Gabriel García Márquez.

2 Hombre contra la sociedad

Es decir, cuando las fuerzas que se oponen al protagonista para conseguir su deseo se encuentran en la sociedad o en uno o varios personajes que representan al conjunto social.

Tres ejemplos de novelas serĂ­an, de George Orwall 1984 y RebeliĂłn en la granja; de Victor Hugo, Los miserables; o la pelĂ­cula de James Cameron Titanic.

Este tipo de conflicto también puede entenderse como el hombre contra otro hombre. Un buen ejemplo sería Harry Potter, de J.K. Rolling, en la que el Harry Potter se enfrenta a Voldemort.

3 Hombre contra sĂ­ mismo

Es decir, cuando las fuerzas que se oponen al protagonista para conseguir lo que quiere se encuentran dentro de él mismo, porque nadie puede ser tu mayor enemigo que tú mismo.

Un ejemplo de este tipo de historia puede ser la novela Crimen y Castigo, de Dostoievski.

4 Hombre contra Dios

Es decir, cuando la fuerza que se opone al protagonista para conseguir lo que desea es divina, ya sea porque literalmente Dios se opone a lo que necesita alcanzar o porque la doctrina o el dogma de fe religioso, representación de la autoridad Divina, son el obstáculo. En mi opinión, el tipo de conflicto es más puro cuando es literalmente Dios quien se opone y no el hombre representándolo o actuando en su nombre, en cuyo caso cabría hablar también de un conflicto de tipo social, pues la religión configura ideologías sociales.

Un ejemplo de este tipo de historia puede ser la novela San Manuel Bueno, mártir, de Miguel de Unamuno.

Según esta clasificación clásica, todos los problemas que constituyen conflictos en las historias se pueden acomodar en alguna de estas cuatro categorías. Ahora bien, hace unos años, ahora mismo no sé exactamente cuántos, pero no hace muchos, ya en el siglo XXI, a principios, quizá, el ilustrador Grant Snider, a quien se puede seguir en Instagram y cuyas viñetas son divertidísimas y cultas, sugirió una nueva clasificación de conflictos, teniendo en cuenta los cuatro clásicos y añadiendo cinco conflictos más. Así quedó su propuesta, la seguimos con su propia viñeta:

ClasificaciĂłn de Grant Snider

Clásicos

Hombre contra la naturaleza

Hombre contra otro hombre

Hombre contra Dios

Modernos

Hombre contra la sociedad

Hombre contra sĂ­ mismo

Hombre contra la ausencia de Dios

Posmodernos

Hombre contra la tecnologĂ­a

Hombre contra la realidad

Hombre contra el autor

Cuando vi por primera vez esta clasificación que incluía conflictos posmodernos, que empezaron a reconocerse sobre todo en historias creadas durante la segunda mitad del siglo XX y principios del XXI, me quedé de piedra, porque hasta ese momento ningún profe de creación literaria me había expuesto de manera tan clara la multiplicidad de conflictos posibles y con ellos la diversidad de fuerzas antagonistas de que dispone un autor para construir historias.

Conocer y emplear la clasificación renovada por Grant Snider traerá a tu mente un montón de claridad sobre cuáles pueden ser las fuerzas de antagonismo a las que harás que se enfrente el protagonista de tu propia historia. ¿Qué? Interesante, ¿no?

¿Has identificado el tipo de conflicto de tu propia historia? ¿Sabes ya cuáles son las fuerzas de antagonismo a las que se enfrentará tu protagonista? Si te ayudé a entenderlo déjame un comentario, siempre es reconfortante saber que te ayudé a ser mejor escritor. Pero si aún tienes dudas, formúlame tus preguntas sobre el tema y te respondo en corto. También puedes reservar una Consulta privada al Dr. Narración para evaluar tu historia y ponerla a prueba.