🙈🙉 Ciego y sordo, pero no bruto. Los sentidos y la precisión del lenguaje

Los escritores debemos echar mano de los cinco sentidos para dar color y realismo a las escenas y conseguir que el lector se meta en ellas. Parece algo evidente, ¿no?, recurrir a los sentidos para nutrir nuestras escenas. Pero ocurre que al narrar, por lo general, solo usamos dos: la vista y el oído, los sentidos que más atendemos día a día, cuyas impresiones recordamos más. Y eso, al escribir ficción, es un problema.

Suscríbete: un solo pago para siempre

Ve todos mis vídeos sin publicidad suscribiéndote hoy mismo.


¿PREFIERES SEGUIRME A TRAVÉS DEL PODCAST?

Si consigues trabajar bien tu percepción sensorial al escribir ficción, conseguirás que el lector se traslade a tus escenas como si las estuviera viviendo él mismo; olerá, saboreará, tocará, oirá y verá lo que perciban los personajes. Pero lograrlo es difícil si únicamente tienes cabeza para trasladar al papel lo que tú percibes a través de la vista y el oído. Por eso te propongo realizar un ejercicio de escritura que pondrá a prueba tu capacidad perceptiva, principalmente con el resto de tus sentidos.

A partir de esta premisa escribe una historia, asegúrate de que tenga un principio, un desarrollo y un desenlace. ¿Listo? Toma nota:

Consigna

Imagina que has perdido la vista y el oído, eres sordo y ciego. ¡Un terrible accidente! Lo que sea. Pero ahora solamente percibes la realidad a través del olfato, el tacto y el gusto.

Has ganado una beca para estudiar en un centro especializado de gran prestigio, llevas todo el verano esperando empezar las clases. Para ti, es una nueva oportunidad que te da la vida, un impulso que te llena de alegría y entusiasmo, ha sido muy duro adaptarte a tu nueva realidad. El primer día de clases, un grupo de macarras, sin ningún pudor o vergüenza, se meten contigo. ¿Cómo fue ese primer día?

Escribe una historia con todos sus avíos. Ten mucho cuidado. Si detectas que has escrito algo que tuviste que haber visto o escuchado, tendrás que buscar la forma de cambiar los hechos para que pudieras percibirlo a través de otro sentido.

Muerto el perro, se acaba la rabia, dice el refrán. Si no quieres seguir pecando del uso abusivo de tu percepción visual y auditiva, arráncatela de cuajo. 

Sé estricto y no permitas ni un solo desliz. Verás cómo se agudiza tu capacidad para narrar, teniendo en cuenta lo que percibes a través de los sentidos a los que menos atención prestas. No es que los uses menos, es que no les pones suficiente atención. ¿No has escuchado decir a las personas ciegas que lo ven todo? Cuando uno de tus sentidos se limita, el resto se agudiza. Eso es lo que te quiero llevar a experimentar.

Al esforzarte narrativamente, te resultará necesario recurrir a palabras muy específicas. Entre más preciso seas, diciendo lo que percibes y cómo lo percibes, mejor resultado obtendrás. Este ejercicio te llevará a poner en práctica tu capacidad para utilizar el lenguaje con mayor puntería, porque no es lo mismo estar jodido, que estar jodiendo, ¿verdad? ¡Tenga dios a Cela en su santísima gloria!

Al terminar el ejercicio, busca el apartado Ejercicios de escritura y reserva una clase conmigo para evaluar tu práctica.

El léxico de tu percepción sensorial contribuiría a crear un mundo ficticio que, hiperbólica y paradójicamente, será increíble. A través de los pasajes descriptivos de la percepción sensorial, se recrean situaciones evidentemente ficticias, pero, a su vez, mucho más verosímiles.

¿En qué andas metido ahora? ¿Cuáles son los líos creativos que te acomplejan hoy? Déjame un comentario y cuéntamelo todo. Leo y respondo a todos los comentarios.