🔚 Finales satisfactorios para lectores satisfechos

No son los que a mí más me gustan, pero reconozco que una historia autoconclusiva, de final cerrado o abierto, pero bien clarito y al alcance de cualquier lector, tiene su gracia y siempre conseguirá dejar al lector muy complacido. ¿Echamos un vistazo a los finales de historias famosas, en busca de lo que les hace satisfactorios y con la intención de aprender de ellos para dejar a nuestros lectores bien satisfechos?

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Algunos pros de los finales satisfactorios que dejan al lector satisfecho

Dan una sensación de cierre a la historia y pueden hacer que el lector sienta que invirtió bien su tiempo para leer esta obra.

¿A quién no le gusta sentir que un gasto mereció la pena? No hay sensación más satisfactoria que la de reconocer en uno mismo la capacidad para elegir algo que, efectivamente, produce los efectos que espera. No solo se queda uno satisfecho, tiene argumentos para decirse que es muy inteligente y se autoriza a repetir la experiencia.

Pueden proporcionar al lector la sensación de justicia y resolución de problemas.

Un lector ingenuo puede incluso sentirse confortado con la idea de que siempre se hace justicia, o al menos es posible alcanzarla y que todos los problemas tienen solución.

Vivimos atrapados en la vida real, aunque disfrutemos cotidianamente del escape que nos ofrecen las ficciones. Con los muchos problemas e injusticias a los que nos enfrentamos en la vida real, ¿a quién no le va a gustar una ficción que le haga creer que la vida puede ser justa y sus dificultades, resolubles? ¡Azúcar para el cerebro!

Pueden proporcionar mensajes positivos o lecciones aplicables a la vida del lector.

Ídem de lo mismo. Piénsalo un momento: ¿cómo te sentiste la última vez que fuiste al cine y te enfrentaste a un final en el que todo acaba fatal para el protagonista y, por más que luchó, nada le salió bien y se enfrentó incluso a tragedias? Sale uno de la sala con ganas de cortarse las venas y convencido de que la vida es una puta mierda, ¿no? Conozco a muy pocas personas capaces de encontrar satisfacción en este tipo de final.

Los finales satisfactorios pueden ser para todo el mundo. Más personas conectan con ellos. De ahí que todos los ejemplos que citaré, sean de historias tremendamente exitosas.

Aunque apreciarás en mis anteriores palabras un tufo inevitable de ironía, también quiero decir de verdad todo lo que he dicho. O sea, no hay doblez, un final satisfactorio es satisfactorio y punto.

Sin embargo, los finales no tienen por qué ser, necesariamente satisfactorios para ser buenos finales. Yo me considero de esas pocas personas capaces de encontrar satisfacción en los finales abiertos, raros, con mensajes negativos y desenlaces trágicos. Encuentro en ellos mucho de verdad. Pero no estoy aquí para hablar de este tipo de finales, ¿verdad? Vamos a hablar del tipo de finales que todo el mundo quiere y aplaude, del tipo de finales que puede comprender hasta un alfiler y, precisamente por eso, terminan siendo famosísimos.

Repasemos cinco tipos de final satisfactorio, a través de obras de la cultura popular, cinematográfica y literaria de todos los tiempos.

1 El héroe logra vencer al villano y salvar al mundo

  1. En El Señor de los Anillos, el protagonista, Frodo Bolsón, logra destruir el anillo y salva al mundo de la sombra de Sauron.
  2. En Harry Potter y la Piedra Filosofal, Harry derrota a Lord Voldemort y salva al mundo mágico de las fuerzas del mal, aunque no durante mucho tiempo.
  3. En Star Wars: El Imperio Contraataca, Luke Skywalker derrota al Emperador Palpatine y salva la galaxia de su tiranía.

Bien contra mal. El héroe bueno salva el mundo de la perversidad maligna del villano. Nos encantan estos finales porque vivimos en un mundo, cuyo sistema moral básico de bueno y malo nos hace creer que la vida es así: hay buenos y malos y se hace el bien y el mal, sin complicarse demasiado. 

2 El personaje principal encuentra el amor verdadero

  1. En El jardín de los finzi-Contini, de Giorgio Bassani, Micol Finzi-Contini encuentra el amor verdadero en un joven judío, a pesar de la oposición de sus familias y del contexto histórico en el que se desarrolla la historia.
  2. En Romeo y Julieta, de William Shakespeare, Romeo y Julieta se aman, a pesar de las adversidades y la oposición de sus familias.
  3. En El beso de la mujer araña, de Manuel Puig, Marta Ibarguren y Juan Carlos, engañan a sus respectivas parejas al descubrir que no pueden, sino amarse entre ellos.

Siendo tan, pero tan, pero taan complicado encontrar el amor verdadero, ¿a quién no le gusta que le hagan creer, en contra de todo, que es posible amar y sentirse amado? Si en la vida real no se encuentran amores, como encuentran patatas en el supermercado, ¿cómo no iba a satisfacernos una historia en la que dos se entregan uno al otro, a pesar de la adversidad? Nos hace pensar que también nos puede pasar, en cualquier momento, en cualquier lugar. Y la realidad es que, podría, aunque estemos más bien acostumbrados a encontrar amantes, no amor. Sobre todo porque esperamos que nos amen sin más, aunque uno no sea capaz de amarse a sí mismo.

3 El personaje principal logra superar sus miedos y limitaciones

  1. En El gran Gatsby, de F. Scott Fitzgerald, Jay Gatsby supera su pasado y los miedos derivados, para luchar por el de amor de Daisy Buchanan.
  2. En Matar a un ruiseñor, de Harper Lee, Atticus Finch enseña a su hijo, Scout, a superar prejuicios y a ver el mundo de una manera más amplia.
  3. En El principito, de Antoine de Saint-Exupéry, el principito supera su soledad y encuentra la verdad sobre sí mismo, a través de sus viajes y aventuras.

Todos tenemos miedos limitantes. No conozco a una sola persona que no los tenga. Por tanto, siempre va a ser muy satisfactorio para los seres humanos creer que serán capaces de superar sus miedos y dejar de sabotearse, como sucede a los personajes de la ficción. La realidad es muy diferente, además de ficción con finales satisfactorios, hace falta mucha terapia… y no siempre se acompaña la lectura de un buen psicólogo.

4 El personaje principal encuentra la paz interior y la verdad sobre sí mismo

  1. En El extranjero, de Albert Camus, Meursault encuentra la paz y la aceptación de la vida y la muerte.
  2. En El guardián entre el centeno, de J.D. Salinger, Holden Caulfield encuentra la paz y la aceptación de sí mismo y del mundo a su alrededor.
  3. En El viejo y el mar, de Ernest Hemingway, Santiago encuentra la paz interior al comprender que ha sido capaz de luchar contra todo tipo de obstáculos y lograr su objetivo. También encuentra la verdad sobre sí mismo al darse cuenta de que es un pescador valiente y determinado.

En un mundo lleno de personas sin paz ni sosiego, lleno de gente que se desconoce, sumergirse en la fantasía del autoconocimiento y el autocontrol resulta francamente satisfactorio. Hace creer que uno, tarde o temprano, alcanzará la paz interior y la verdad sobre sí, aunque no haga nada para que eso sucede, más allá de emborracharse de ficciones con finales muy satisfactorios.

5 El personaje principal se reconcilia con un ser querido o una circunstancia 

  1. En La casa de Bernarda Alba, de Federico García Lorca, Martirio y Bernarda se reconcilian antes de que Bernarda muera, dejando atrás su rivalidad y enemistad.
  2. En El diario de Ana Frank, Ana concilia el hecho de que no puede volver a tener una vida normal y encuentra la fuerza para seguir adelante.

Siendo tan jodidamente duro aceptar circunstancias inaceptables y hacer las paces con amigos y familiares que están en pie de guerra, ¿cómo no iba a gustarnos una historia que sintetiza en unas pocas horas el complejísimo proceso de confrontación que lleva a las personas a reconciliarse?

Algunos contras de los finales satisfactorios que dejan al lector satisfecho son:

1 Después de consumir una o dos historias del tipo, los finales son predecibles, lo que puede hacer de la experiencia lectora un ejercicio menos interesante.

Aunque hace falta ser un poquito exigente y haber leído más de una ficción con final satisfactorio para darse cuenta de que el subidón de azúcar mola, pero dura poco y da bajón. Cuando este tipo de finales dejan de satisfacer, nacen los lectores insatisfechos y exigentes que ya no quieren solo atracones de azúcar.

2 Pueden no ser tan memorables.

Sí, muchas historias con finales satisfactorios son memorables, pero eso es porque la obra en sí es genial, más allá de su final. Es decir, lo que la hace memorable no es sólo su tipo de final. Alguna vez date la oportunidad de explorar, por ejemplo, la sección de novela romántica. Se escriben y publican cientos de títulos de ese género cada año. Menos del uno por ciento son memorables.

3 Pueden no ser tan verosímiles como los finales ambiguos.

Pero es que lo importante de este tipo de finales no es que se puedan creer, sino que te dejen la barriga llena. Y con ganas de darte otro atracón. Si profundizas o no, eso ya es cosa tuya.

Yo lo veo así: vivimos en un mundo jodido, en el que todo es difícil, adverso y complejo. Un mundo en el que se puede alcanzar la paz interior, el amor verdadero, hacer el bien y ser justo, pero nos empuja a enfrentarnos a durísimos retos para conseguirlo. 

De allí que los finales satisfactorios, en la ficción, sean tan exitosos, aplaudidos y deseados. Son al mismo tiempo, opio e instrucción.

Pero sólo serán instrucción para lectores exigentes, que han aprendido a leer la verdad de la vida y no se marginan a ella a través de la ficción. Lectores guerreros que dan a la ficción una utilidad. 

Este tipo de lector no consume o prefiere ficciones con finales satisfactorios, porque su inteligencia y sensibilidad le han llevado a comprender que, si la ficción puede enseñarles algo sobre la vida, no pueden limitar su diera a aquellas ficciones con finales que garanticen su satisfacción. 

Para decirlo de una manera burda. Los donuts de chocolate podrían hacerte muy feliz cuando los comes. Pero si sólo comes donuts de chocolate, ¿te estás nutriendo de verdad? Pasa igual con la ficción. 

Recomiéndame ficciones con finales que no sean típicamente satisfactorios y cuéntame por qué te dejaron huella. Siempre estoy a la caza de ficciones nutritivas. Leo y respondo a todos los comentarios.