Sigue siendo común que no se conozcan las diferencias entre los estudios literarios y la creación literaria. Muchas veces me han preguntado a qué me dedico y, después de extrañarse en silencio, responden lacónicos: «Literatura, ¿no?» Según el humor con que me haya despertado ese día, me detengo a explicar, o no, las diferencias. Pero, aunque sería agradable vivir en un mundo que entiende qué coño es la creación literaria, lo peor es cuando los mismos alumnos, inquietos y curiosos, aunque bastante perdidos, me dicen que quieren estudiar literatura porque se quieren dedicar a escribir ficción. Y no les falta algo de razón, pero les sobra ignorancia… Para que sepas qué deberías estudiar, si quieres dedicarte a escribir ficción, vengo a explicarte qué es la creación literaria… otra vez.
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Mi nombre es Israel Pintor, soy máster en creación literaria por la Barcelona School of Management, máster en escritura creativa por la Universidad de Sevilla y licenciado en Comunicación por la Universidad Autónoma Metropolitana de México.
Me dedico a impartir clases de creación literaria desde hace aproximadamente trece años.
La creación literaria es una disciplina académica y artística relativamente nueva. Sin ir más lejos, en 2004, cuando yo entré a la universidad en México, allí no existían licenciaturas dedicadas a la enseñanza de esta disciplina. Su origen se remonta entre los años sesenta y setenta del siglo XX, en Estados Unidos, donde surgieron los primeros programas de estudios en torno a la disciplina.
Hoy en día, existe una cantidad generosa, casi abrumadora, de programas de estudio en todo el mundo. Tanto en universidades y centros de formación continua, como en espacios privados y singulares como este: mi propio taller de escritura creativa.
Mucha gente se sigue preguntando, sin embargo, qué es la creación literaria, a pesar de que vivimos una la era de la humanidad en la que más ficción se escribe y divulga, ya sea a través de los libros o de cualquier otro formato y plataforma.
Se piensa que la ingeniería, la biología o la medicina son verdaderas disciplinas académicas, pero aún no se tiene al oficio literario, en términos sociales, como una disciplina académica. Se subestima, aunque se aprecia como un pasatiempo divertido. Mucha gente disfruta de escribir un poema o un cuento para pasarlo bien, sólo para pasarlo bien.
Pero la creación literaria no es tan distinta de esas otras disciplinas académicas que nombré. Lo que una disciplina académica hace es proveer al alumno de herramientas y habilidades para investigar el mundo. Y la creación literaria es una disciplina que hace exactamente esto, y no de formas muy distintas a las que lo hacen otras disciplinas. Pero entre todas las disciplinas hay diferencias, ¿verdad? No es lo mismo la biología que la medicina, la física que la historia, ¿verdad?
Los estudios literarios o la literatura específica de una lengua, como la inglesa o la alemana, por mencionar un par, son un tipo de disciplina que, para el creador literario, son un complemento magnífico, pero no imprescindible.
Hay diferencias que parecen sutiles, no obstante son fundamentales, entre los estudios literarios y la creación literaria.
Puedes leer un libro, pongamos, de Shakespeare. Pero lo que harás con él es muy distinto según si estudias creación literaria o literatura.
En el segundo caso, te centrarás, por ejemplo, en el contexto histórico en que se escribió la obra, en la singularidad de los recursos retóricos que empleó el artista o en los temas que abordó y la forma en que los trató. Quizá con el objetivo de comprender mejor el periodo histórico al que pertenece la obra y la forma en que las tendencias estéticas del momento condicionaron, o no, al autor. Los objetivos pueden ser muy variados.
En el primer caso, el de la creación literaria, te centrarás en los mecanismos que hicieron posible la obra, cómo frase a frase operó la pericia creativa del autor, cómo el uso del lenguaje crea tal o cual efecto, cuáles son las cualidades que constituyen al estilo del autor, entre muchos otros factores. Con el objetivo fundamental de saber: qué debo aprender de esta obra y de la forma en que este autor operó, para hacer yo también una obra literaria propia. Cómo puedo generar ciertos efectos estéticos, cómo debo usar el lenguaje, cómo creo personajes y tramas, en el caso de la creación de cuentos y novelas, por ejemplo. Si hablamos de poesía: cómo creo ritmos, sonido y sentido con las palabras… Y de esto no se ocupan los estudios literarios o el estudio de la literatura en general.
Esencialmente, la creación literaria es una disciplina que te permite investigar el mundo, usando el lenguaje, la imaginación, la inteligencia y el conocimiento. Esta exploración te llevará a interpretar la realidad de una manera peculiar y a producir obras literarias que reflejen dicha visión del mundo.
¿Y para qué hace una persona ese ejercicio? Para que otros, a través de su obra creativa y artística, se acerquen al conocimiento del mundo de la mano de ese visionario, que supo transformar su habilidad para interpretar la realidad y convertirla en un artilugio bello y cargado de sentido. Artilugio muy necesario para nuestra especie humana, cuya principal diferencia entre el resto de las especies vivas que habitan el planeta, es que necesita contarse la realidad para crearla.
Los estudios literarios o el estudio de la literatura, en general, son un magnífico complemento para el creador literario, pues le dotan de un mayor conocimiento y dominio del panorama literario a lo largo de la historia, tanto desde una óptica sociológica como estética. Este conocimiento es muy útil para un creador literario, porque entre más conozca un autor la literatura y su desarrollo, mejor preparado estará para innovar y proponer obras que produzcan una evolución del canon, que sólo se ensancha con el surgimiento de obras cuya naturaleza vanguardista rompe con los esquemas preestablecidos.
No quiero decir con esto que los estudios literarios o el estudio de la literatura tengan solo la finalidad de servir al creador literario. Son muchas y de gran calado las implicaciones humanísticas de estas disciplinas, cuyo estudio es incluso obligatorio en la educación básica y media de la mayoría de las culturas desarrolladas del mundo. Lo único que pretendo es que entiendas las diferencias fundamentales, teniendo en cuenta que si estás aquí, es porque quieres aprender a escribir literatura y necesitas aclararte.
Confío que ahora tengas mayor certeza y entiendas si lo que deberías estudiar es literatura, en general o creación literaria en particular.
¿Dudas? Déjame un comentario. Los leo y respondo todos.
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