Cómo ganar concursos literarios

Nos preocupa mucho abrirnos camino en el campo literario. Y una manera efectiva de conseguirlo es a través de los concursos literarios. Hoy comparto contigo mis consideraciones para participar en ellos y aumentar tus posibilidades de ganar uno. Estas recomendaciones están especialmente dirigidas a principiantes, pero estoy seguro de que más de un escritor profesional las ha tenido en cuenta. ¿Listo para ganar tu primer premio literario?

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Este vídeo también fue publicado en el diario
El Correo de Andalucía el 3 de febrero de 2019.


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Una de las mejores salidas para el trabajo de todo escritor principiante son los concursos literarios. Pero no siempre hacemos todo lo que debiéramos a la hora de participar, con la intención de incrementar nuestras posibilidades de ganar el premio. Por eso en este vídeo voy a compartir contigo mis consideraciones para entrar en concursos literarios, para que siempre que envíes tus propuestas sean estas apuestas más seguras.

No podemos olvidar que un concurso tiene mucho de azar, es decir, a pesar de cumplir con todo al dedillo y enviar un trabajo maravilloso podemos recibir un zasca en toda la boca. Pero así es este juego, unas veces se gana y muchas otras se pierde. Asúmelo, de lo contrario, las emociones y sentimientos de derrota podrían abrumarte y despegarte del camino. El éxito muchas veces es consecuencia del empeño.

Puede que ya tengas un trabajo hecho y quieras conseguirle una salida a través de concursos. Si ese es el caso, considera lo siguiente:

Elige concursos en los que realmente tengas posibilidades de ganar, según tu nivel de formación y experiencia

Hay concursos jugosos que todos queremos ganar, pero seamos realistas. Si el premio es mayor de tres mil euros y es la primera vez que vas a participar en un concurso porque es la primera vez que escribes una obra y hace poco comenzaste tu andadura en el campo literario, lo más probable es que tu obra difícilmente puede competir con los profesionales que llevan años en el campo y tienen múltiples publicaciones. Esto no significa que tu trabajo no sea bueno. Si lo estás enviando a un concurso consideras obviamente que lo es y tiene posibilidades, de lo contrario tus esfuerzos no son más que una pérdida de tiempo. Lo que quiero decir es que seas consecuente con tu grado de conocimiento literario, práctica y nivel literario. Acércate a los profesionales y pon a prueba tu trabajo antes de enviarlo. Un punto de vista objetivo te ayudará a determinar si tu trabajo puede competir y en qué nivel lo hará. ¿O a caso crees que si te gusta correr dos veces por semana ya estás preparado para ganar una medalla en las próximas Olimpiadas?

Envía tu manuscrito solo a concursos en los que realmente cabe tu propuesta

Encontrarás muchas convocatorias en las que tu obra encaje bien, pero también podrías encontrar otras, aunque atractivas, que te hagan dudar porque no estás seguro de que tu obra encaje en lo que busca la entidad convocante. No olvides que todo concurso tiene un objetivo determinado, no se premia a un autor porque sí. Los concursos son mecanismos de promoción cultural que además funcionan como trampolines para escritores. Pero no todos los concursos tienen por objetivo único ser tu trampolín. Aunque el mecenazgo es maravilloso y muy necesario para el artista, no todos los concursos fungen como mecenas. Si lo convoca un ayuntamiento, por ejemplo, es seguro que dicha dependencia local busque dar a conocer aspectos específicos sobre su cultura y de paso invertir en los recursos humanos artístico de su localidad, pero nota cómo hay una prioridad sobre la otra. Si tu obra no encaja con esos objetivos, por buena que sea no tendrá posibilidades de ganar.

Sé paciente, es mejor una convocatoria a tu medida

Enviar por enviar no es necesariamente positivo. Podrías pensar que si quieres ganar un premio deberías enviar tu obra a cuantos concursos sea posible. Pero considera que entre más envíos hagas más gente empezará a conocer tu obra, aunque sea de pasada. Y el campo literario, aunque es amplio, no suele ser gigante. Los concursos regularmente son locales, sus jurados suelen estar compuestos por los peces gordos del campo y los peces gordos, ya se sabe, no abundan. No porque envíes tu obra a todos los concursos de la temporada, incrementarán las posibilidades de que ganes uno. Al contrario, podrías aburrir a los jueces que se encontrarán tu propuesta una y otra vez y entenderán que estás más preocupado por ganar un premio que por abrirle camino a tu trabajo, en el que confías y con el que esperas que un experto haga clic eventualmente.

Si no has escrito aún el texto con el que pretendes concursar, quizá tu estrategia es diferente y estás dispuesto a escribir bajo demanda, ajustándote a las bases del concurso. En este caso considera lo siguiente:

Investiga a fondo el tema, el contexto cultural y geográfico

Como he dicho antes, los convocantes tienen objetivos que no se limitan a convertirte en una estrella literaria. De modo, que casi siempre necesitan que las obras les representen, más allá de quién las escribe.
Muchos de estos concursos, creyendo en la capacidad de los participantes, no limitan la participación. Permiten que cualquier persona concurse, siempre que cumpla con unos mínimos, entre los que generalmente se encuentran sus intereses. Esos intereses casi siempre tienen que ver con un tema, un contexto cultural y geográfico. Te conviene conocer muy bien estos elementos, pues deben ser muy evidentes en tu obra. Pero eso no te resultará un problema porque eres un profesional y sabes escribir a la carta, ¿verdad?
Se me viene a la mente un libro de cuentos muy chulo que escribió un autor peruano radicado en Sevilla, el autor se llama Fernando Iwasaki, probablemente lo conozcas. Y su libro se titula España, aparta de mí estos premios y fue editado en 2009 bajo el sello madrileño Páginas de Espuma. En este libro el autor demuestra cómo es posible ganar premios literarios con la misma historia, ajustándola siempre a los requisitos de cada convocatoria. Es un libro divertido y sorprendente. Podría tumbar muchos de tus mitos, como lo hizo conmigo.

En cualquier caso, hay consideraciones que debes tener en cuenta cuando quieres participar en un concurso literario:

Cumple con todos los requisitos

Una de las principales razones por las que un autor principiante pierde toda posibilidad de ganar un concurso es su falta de cuidado con los trámites. Podrías pensar que las precisiones de los requisitos nunca podrán ser más importantes que la calidad de un texto y en cierto sentido tienes razón, pero para un grupo de gente que tiene por delante 200 manuscritos, cada uno con más de 100 páginas, de los que debe elegir solo uno; el primer gran filtro es administrativo. La lógica con la que se justifica este criterio es: si el autor no se tomó la molestia de cumplir con estas normas, ¿por qué me voy yo a tomar la molestia de evaluar la calidad de su texto?

Si quieres que tu obra llegue a ser leída y evaluada, asegúrate de que has cumplido con todos y cada uno de los requisitos, sin fallo.

Investiga a la entidad convocante, quién ganó las ediciones pasadas y con qué tipo de obra

No siempre, pero puede suceder que un mismo concurso lo dictamine un círculo de escritores y autoridades recurrentes, es decir, que tienen un sentido ético, estético y moral difícil de transgredir. Por ejemplo, si eres un escritor disidente y tocas temas altamente críticos, contra culturales o diversos, tus posibilidades de ganar el Ateneo de tu ciudad, coordinado por personas que también forman parte de Hermandades religiosas, son mínimas. Tu obra será leída, pero muy probablemente descartada porque tu discurso está muy lejos de gustarles. Los discursos y las posturas son poderosos, pero para encontrar salida necesitan de lectores que sepan entenderlos y valorar positivamente su propuesta. Intenta adelantarte y busca convocatorias que hagan match con el sentido ético, estético y moral de tu obra.

Envía tu texto a más de un certamen

Si me preguntan diré que esto nunca lo he dicho yo y que no es verdad que yo recomiendo esto. Pero ya que estamos, si eres un principiante y esperas ganar algún día un premio literario, tendrás que arriesgar un poquito más. Y algunas veces esto podría significar romper una regla.

Ya sé que este consejo contradice uno anterior, pero escucha con atención. Vale únicamente para principiantes; aunque rompas la regla, no es probable que se den cuenta, porque básicamente no te conoce nadie y no eres mediática y culturalmente relevante. Las convocatorias siempre dicen que si participas en su concurso no deberías participar en otros al mismo tiempo. Pero si hicieras eso, podrían salirte canas esperando que llegue el día en que finalmente ganes uno. Si te piden que firmes, tú firma. Porque tus posibilidades reales de ganar dos concursos a la vez, son pocas. Y si los ganas, tendrás la posibilidad de elegir el premio que más te guste y el que más te convenga; siempre te puedes inventar una buena excusa para rechazar el premio que no te convenga, para eso eres un mentiroso profesional. Pero ojo, si vas a hacer trampa te lo tienes que currar. No metas la pata a lo bruto. Cambia títulos, no uses los mismos seudónimos y no envíes el mismo manuscrito a concursos de la misma región.

La presentación es importante, pero no más importante que la calidad del texto

Una vez participé en un concurso literario y me tocó hacer el filtro inicial. Debía elegir los cinco mejores manuscritos, entre unos treinta. Y me di cuenta de que había unos cuantos que tenían una presentación maravillosa, sus autores se habían tomado la molestia de encuadernarlos muy lujosamente y hasta lucían colores llamativos. Esto sin duda jugó a su favor porque no pude evitar tomarlos y hojearlos primero. Pero rápidamente me di cuenta de que el texto que contenían era de muy poca calidad. Y tan rápido como me atrajeron los dejé de lado.

No intentes compensar la calidad del texto con una presentación alucinante porque no te servirá de nada. Pero si confías en tus letras y sabes que tienes posibilidades, te conviene presentar tu trabajo igualmente de un modo atractivo, porque así conseguirás llamar la atención primero sobre los demás y cuando te lean comprobarán que el texto es bueno. Te elegirán inmediatamente como un candidato. Esto no significa que si tu manuscrito no es elegante estará en desventaja. Si tu texto es bueno y cumples con los mínimos en presentación será bien valorado y más tarde o más temprano te elegirán como candidato. Pero no es lo mismo dar una buena impresión desde el principio y dejar huella en la memoria, que ser el último de la fila en llegar. Ahora bien, si eres alucinantemente bueno que no te preocupe ser el último.

Si en la convocatoria dice quienes conformarán el jurado: investígalos un poco

Uno de los aspectos que difícilmente podrás controlar y sobre el que menos podrás hacer es este. Tu texto puede ser muy bueno y pudiste cumplir perfectamente con todo, pero además de esto está el sentido estético, completamente subjetivo de los integrantes del jurado que decidirán si te premian o no. Esto quiere decir que podrías no gustarle al jurado. Porque no somos monedas de oro para gustar a todo el mundo. Y a esto es a lo que me refiero cuando hablo de azar en los concursos literarios. Aquí no podemos hacer mucho. Solo esperar que nuestro sentido estético, así como nuestros intereses culturales, temáticos, geográficos y morales sean también del agrado de quien nos dictaminará.

Pero existen convocatorias en las que se hacen públicos los nombres de los escritores que compondrán el jurado y esta información es valiosa para ti, porque si conoces quienes van a evaluarte también puedes procurar que tu propuesta les agrade. Para ello necesitarás investigar un poco sobre cada uno de ellos. Familiarízate con sus obras, averigua qué temas tratan; busca información sobre los ámbitos laborales en que se mueven y los círculos sociales, culturales e intelectuales que frecuentan. Esa información puede jugar a tu favor y darte pistas sobre qué puedes hacer en tu texto para hacer guiños sutiles que terminen por llegar al corazón de esas personas que te van a leer. Esto no significa que debas mantener estos detalles en tu obra, recuerda que tú eres dueño de ella. Pero si te ayudan a ganar el concurso eso es lo importante. Luego, te da la gana, los puedes quitar.

Nunca envíes un manuscrito fuera del plazo

Esto parece una obviedad. Pero es que si lo haces solo perderás dinero.
Normalmente, hay mucha participación en los concursos literarios, siempre en función de su prestigio y, claro, del monto del premio. De modo que tu propuesta compite con muchas otras. Y los procesos de selección son largos y rigurosos. Los convocantes no se van a tocar el corazón. Si tienen 200 manuscritos y les llega uno más fuera de tiempo, uno menos que tienen que evaluar, porque no has cumplido sus normas.

¿Qué tal? ¿Me quedó algo fuera? Si es así, comenta el vídeo y te respondo sobre la marcha. Cuéntame también, ¿qué opinas sobre los concursos literarios? ¿Cuál ha sido tu experiencia participando en ellos?